El clásico de los cafés, de sabor tradicional y un gran aroma.

Un gran café de Colombia, cultivado en las colinas de Medellín, se caracteriza por su suavidad en el sabor. 

 Un café equilibrado en el que predomina un paladar dulce. 

Costa Rica Tarrazú. Poca cafeína, un sabor suave, afrutado y mucho aroma, es sin duda uno de los cafés más queridos. 

Denso, cremoso, con su característico aroma intenso. Inconfundible en el paladar.

El origen de los cafés nace aquí, con el café de Ethiopía. Un sabor reconocido por su intensidad, con un gran cuerpo. Destacan sus notas cítricas, como la mandarina. 

En taza su sabor es dulce con cierta nota a frutas. Predomina un aroma fuerte. En definitiva, un café equilibrado para todos los paladares. 

Elegante café de altura, de deliciosa dulzura, sabor frutal y mucho cuerpo.

La variedad Caracolillo recibe su nombre por su cereza del café. Un único grano pequeño y redondo, es especial ya que está lleno de sabor.

Sumatra Mandheling, balanceado y cremoso. Destacan las notas a frutas de hueso, especialmente ciruela aunque también predomina el cacao y la uva.